- Sentada en el porche de mi casa, meditando sobre los acontecimientos mas recientes en mi vida, llegue a pensar lo tonta que pude a ver sido, cuando decidí desechar las grandes oportunidades, y entre ellas una que era lo más cercano a la felicidad, y no porque dependiera en su totalidad de esa persona, sino el complemento que me hacía falta para así sonreír una y otra vez sin motivo alguno.
- No es cualquiera, es el, es quien me hizo ver cosas de mi que dejaba a un lado, me enseño a ser centrada en situaciones en las que me comportaba como niña, cuando estoy pisando la edad adulta, no es cualquiera, es el, es la razón de un cambio en su mínima expresión, no es cualquiera, es el, a quien veo en las calles, por más que la distancia es quien nos separa, siento su esencia, cada vez que abrazo a alguien, es una presencia constante, no es cualquiera, es el, es el hombre que quería, quiero y querré a pesar del tiempo, y los años, en plena determinación de un flagelo constante, ansió que me pasee por su mente, como uno de los mejores recuerdos, mientras se desvanece el humo de ese cigarrillo, de aquellos que son largos, y que sientes que nunca acaban.
- No es cualquiera, es el... Alguien que amo, y a quien no supe entender.
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