genera polémica e inconclusiones, destroza la mano amarillista
bien se lanza este contrapunteo de dudas e ilusiones
que dice quien no atacará primero
se hieren las naciones, las aguas se les resbalan, la madre tierra
huye por su vida.
Para qué escribir, aunque me canse y vengan miles de días grises
aun mis palabras quieras rendirse ante la lluvia y el cristal
me suena grande, los imposibles también existen
y son los que hoy me hacen decirles: ¡que la fiesta empiece ya!
jamás subyacerán mis palabras, ni el sonido de nuestro canto
nuestro himno compatriota la voz resuena a millas por hora
se quiebra la opresión, obliga tu a hacerlos caer régimen opresor.
Para qué escribir ya se me olvidaba, que nada está de mal en peor
que el cielo no contamina y el agua no envenena
solo ellas, las grandes metrópolis observarán como decae
el firmamento gracias a su mandatarios, población adinerada
migajas de poder, ansias de un color verde que impresa en hojas
provenientes de su mismo color derraman irónicas resumes
nocivas para la vista cuerda, que no se deja capturar
ustedes, que no dejan que todo sea como quieren que sea
a ustedes los saludo, gloria para los que escriben
bienaventurados los que arriesgan, con sus cartas en la mesa.
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