domingo, 8 de diciembre de 2013

Detalles.

- Empezando por el medio.

Ámsterdam 16 de Diciembre de 1984

- Recuerdo que eran las 7:52 pm, hora exacta en mi reloj, cuando por detrás se me acerco, y en sus manos una rosa roja, hermosa, algo marchita, parecida a mi, un poco rota, pero en el fondo vibrante, no esperaba absolutamente nada en ese instante, solo era hora de trabajo, casi lloraba de alegría, mi corazón estaba exaltado, y solo pude sonreír, hacia tanto que no me daban algo tan significativo, tan propio del día, porque de ese instante, se volvió el mejor de todos los momentos, esa sonrisa peculiar, con los hoyuelos magníficos, esos de mi cita favorita (su sonrisa).

- De camino a casa, me acompaño, y en donde me dejo, luego de cerrar con un beso, estuvo un anciano que nos estuvo observando todo el camino, al subir al tren, el anciano estaba en el puesto que quedaba a mi lado, al sostener la rosa, y percibir su aroma, solté un suspiro, tan profundo como lo que sentía por el, y solo se escucho el comentario de el Sr. "Detalles así, hacía yo en mi época, es hermoso que aun los jóvenes lo hagan". -Acente con la cabeza-. Me pregunto cuanto tiempo llevábamos juntos, pero la realidad era que ninguno, solo era el chico de el camino a casa, aquel que veía cada noche a la hora exacta, al fin de eso, le comente que lo quería, y mis ojos se humedecieron de tal manera, que se me nublo la vista, y me hizo una pregunta ¿Porque dices que lo quieres, cuando sabes que lo amas? - No supe como reaccionar, pero era la verdad, aquel chico de camino a casa, era el dueño de mis sonrisas-.

- Esperaba verlo al día siguiente, en el mismo lugar, como habíamos citado, pero nunca llego, mi amor, nunca llego.

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